Un espacio íntimo y sagrado donde las mujeres se reúnen para compartir, sanar y recordar que no están solas.
En el círculo, todas somos iguales. No hay juicio, no hay prisa. Solo presencia, escucha y conexión profunda.
A través de la palabra, el silencio, la medicina de las plantas y pequeños rituales, creamos un contenedor amoroso donde cada mujer puede mostrarse tal como es.