Esta mezcla de hierbas, flores y sales ha sido elaborada con la intención de ayudarte a regresar a tu centro, restaurar tu equilibrio y nutrir tu amor propio. Cada ingrediente ha sido seleccionado para trabajar en armonía, creando un ritual de sanación profunda que limpia, purifica y revitaliza.

Ideal para momentos cuando necesites conectar contigo, abrir el corazón, aliviar el estrés o simplemente regalarte un momento de amor propio.

1. Sal de Epsom: rica en magnesio, purifica el cuerpo al eliminar toxinas y aliviar tensiones musculares, promoviendo una profunda relajación. Equilibra el sistema nervioso, reduciendo el estrés y facilitando un descanso reparador. Ayuda a restaurar tanto el cuerpo como la mente, brindando una sensación de renovación integral.

2. Sal del Himalaya: purifica la piel y el entorno, equilibrando el pH y liberando toxinas. Su fuerza energética favorece la revitalización tanto física como emocional, proporcionando claridad mental y restaurando la vitalidad. Esta sal actúa como un ancla energética, devolviendo el equilibrio y la armonía.

3. Pétalos de Rosa: hidratan y tonifican la piel, mientras elevan la energía del corazón hacia el amor propio y la serenidad. Brinda calma el alma, disipando el estrés y favoreciendo un estado de equilibrio emocional, creando una conexión profunda con la belleza interior.

4. Lavanda: conocida por su capacidad para calmar la ansiedad y relajar el cuerpo, purifica energías bloqueadas y envuelve el alma en paz. Su vibración facilita un descanso reparador y una regeneración emocional, guiando hacia la armonía y el renacimiento. Es perfecta para equilibrar las emociones y crear un ambiente sereno y pacífico.

5. Menta: Despeja la mente y restaura el equilibrio emocional. Alivia las tensiones físicas y mentales, abriendo la respiración y renovando la energía. Su acción energética despeja bloqueos y aporta claridad mental, favoreciendo una sensación de bienestar instantáneo y renovación.

6. Verbena: Actúa como un purificador energético, liberando bloqueos y restaurando el equilibrio en el campo energético. A nivel físico, despierta la mente y alivia tensiones, mientras que espiritualmente ofrece claridad y protección. Es una aliada en momentos de creatividad y reflexión, promoviendo el flujo libre de energías.

7. Aceite de Almendra: Nutre profundamente la piel, restaurando su elasticidad y suavidad. Energéticamente, ofrece protección emocional, promoviendo un sentido de seguridad y bienestar. Sus propiedades calmantes equilibran el cuerpo y la mente, proporcionando una sensación de renovación interna y externa.

*INCLUYE LAS INSTRUCCIONES EN LA PARTE DE ATRAS PARA SABER COMO UTILIZARLAS :)

🚿 Alternativas sin bañera: Si no tienes bañera, aún puedes disfrutar de los beneficios de las sales:

1) Baño de pies: Llena un recipiente con agua tibia, agrega las sales y remoja tus pies durante 15-20 minutos. Ideal para liberar la energía acumulada y relajar el cuerpo.

2) Exfoliación en la ducha: Frótalas suavemente sobre la piel en movimientos circulares y visualiza como toda esa energía estancado se va eliminando.

3) Baño de limpieza energética (inspirado en tradiciones indígenas del Amazonas): Llena un balde con agua y agrega las sales + hierbas. Luego, viértela lentamente sobre el cuerpo, comenzando por el tercer ojo o los hombros hasta llegar a los pies, permitiendo que el agua se lleve consigo cualquier energía densa o estancada.

🛁 Si tienes tina grande o bañera:

1. Prepara el espacio: Enciende velas, pon música relajante o simplemente asegúrate de que sea un momento solo para ti.

2. Llena la bañera: Usa agua tibia o caliente, según tu preferencia, permitiendo que el vapor libere la esencia de los ingredientes naturales.

3. Añade las sales: Vierte un puñado en el agua y mézclalas con las manos para que se disuelvan completamente. Si prefieres una experiencia más limpia, puedes colocar las sales en una bolsita de tela y sumergirla en el agua.

4. Integra otros elementos (opcional): Potencia tu ritual con agua florida, flores frescas, cristales o infusiones herbales.

5. Sumérgete y relájate: Permanece en el baño durante al menos 15-20 minutos, respirando profundamente y permitiendo que el agua purifique tu energía.

6. Cierre del ritual: Al salir, sécate con suavidad, sin frotar demasiado la piel, permitiendo que los minerales sigan actuando. Aprovecha este momento para hidratarte y descansar.